MAQUILLAJE PARA LA
OFICINA
Claramente, no es lo mismo maquillarse para una
salida de amigas, una cena romántica o la boda de un familiar que maquillarse
para nuestro ámbito laboral. Los productos
de maquillaje que usamos un sábado a la noche no siempre corresponden
con los que usamos el lunes siguiente, cuando nos toca volver a la oficina. Y
eso se debe a varias razones.
En primer lugar, porque estamos hablando de una
actividad muy importante en nuestra vida: el trabajo. Debemos utilizar el
maquillaje para dar nuestra mejor imagen, seria, responsable y atractiva pero
no llamativa, acorde al ámbito en el que estamos.
Y en segundo lugar, básicamente, por un tema de
iluminación: existen ciertos productos de maquillaje que se lucen perfectos en
nuestros ojos y nuestra piel en la oscuridad de la noche pero que, al
utilizarlos durante el día.
MAQUILLAJE PARA IR A TRABAJAR (ALGO
SENCILLO Y CASUAL) PASO A PASO.
DELINEADO
DE OJOS El delineador es uno de los productos de maquillaje
más accesibles y, al mismo tiempo, uno de los que más nos ayuda a destacar
nuestra belleza. Compara tu mirada sin delineador con tu mirada con delineador
y verás la diferencia al instante. Para ir al trabajo, alcanza con delinear uno
de los bordes de los ojos aunque, si quieres darle protagonismo absoluto a tu
mirada, delinea ambos. ¡Nunca te quedará mal!
¡MASCARA DE PESTAÑAS SIEMPRE!
La máscara de pestañas es "El" producto de maquillaje que no debe
faltar en el bolso de ninguna dama. Podríamos decir que es el mejor amigo del
delineador, ¿verdad? Pues ambos se complementan como ningunos otros productos.
Una capa de máscara en las pestañas superiores hará maravillas en tus ojos
manteniendo la naturalidad, y sin sobrecargar la mirada. Este es mi infaltable
para ir a trabajar.
SOMBRAS NEUTRAS
Con un delineado de ojos prolijo y una capa de máscara de pestañas alcanza para
un maquillaje de ojos perfecto para ir a la oficina. Digamos, entonces, que las
sombras no son tan necesarias, aunque si quieres resaltar el maquillaje un poco
más, inclínate hacia los tonos neutros, desde el nude hasta suaves gamas de
marrón o rosa. Puedes experimentar también con colores pero ¡cuidado! Intenta
lograr combinaciones que no se alejen de los tonos neutros.
GLOSS PARA LABIOS
Muchas mujeres optan por los labiales rojos. Y sí, ¡nos encantan! Pero
personalmente creo que es mejor reservarlo para otras ocasiones: si recurrimos
a los labiales rojos para el día a día, ¿qué quedará para aquellos momentos
donde queramos maquillarnos más? Además, debemos tener mucha precaución para
elegir el tono adecuado para no dar un look muy sensual... ¿Conclusión? Opta
por el siempre bienvenido gloss o brillo labial que mantiene tus labios bellos
y al natural.
BASE AL NATURAL
Este producto es fundamental para mejorar el aspecto de nuestra piel, ocultar
manchitas y granitos, siempre y cuando no nos excedamos. Aplica unas gotitas de
base en la barbilla, pómulos, nariz y frente, y difumina luego con una esponja
de maquillaje. Créeme, cuando se trata de base, menos es más. Recuerda utilizar
una acorde al tono de tu piel.
¡FUERA OJERAS!
Si tu horario de oficina comienza bien temprano a la mañana seguro, más de una
vez, habrás luchado para que tus ojeras de cansancio no se noten. ¡Me imagino
habrás experimentado con un sinfín de productos para hacerlas desaparecer! En
lo que a maquillaje refiere, el mejor instrumento para ocultar ojeras es el
correctors.
RUBOR ROSA
Quienes saben de maquillaje aseguran que el tono de rubor ideal para lograr un
maquillaje perfecto es aquel que corresponde al rubor natural que adoptan
nuestras mejillas cuando hacemos ejercicio o estamos agitadas. Elige ese color
adecuado para ti y aplícalo suavemente en tus pómulos con brochas de
maquillaje. Esto hará que luzcas más saludable y adorable.
Cuando se trata de lucir profesional,
maquillarse para la oficina o para una reunión de negocios parece ser el
principal desafío. Estamos de acuerdo que, la mayoría de las veces, ir a cara
lavada no es una opción. Para no fallar, es importante considerar factores como
la iluminación de tu oficina, la política y la cultura de tu empresa y tu
propio look. Esta mini guía podría ayudarte a despejar todas tus dudas.
Qué tonos usar, qué cantidad, qué estilo, son
las preguntas que solemos formularnos a nosotras mismas a la hora de pararse
frente al espejo, brocha en mano.
Dime
de qué trabajas y te diré cómo te maquillas. Lo primero que debes tener en
cuenta es que el maquillaje variará según el tipo de trabajo:
- Si eres diseñadora, publicista o
trabajas en un ámbito creativo: En este caso, tendrás una mayor libertad a
la hora de maquillarte, pues la mayoría de las empresas proponen un código de
vestuario informal. Así, tu maquillaje deberá ser suave, casi imperceptible.
Una capa fina de polvo, un poco de rubor, brillo en los labios y una máscara a
prueba de agua te permitirán estar radiante sin que se note que te
maquillaste.
-Si tu trabajo es de cara al
público: Aquí puedes permitirte un estilo un poco más
definido, sin llegar a ser recargado, tal vez aplicar una sombra o un labial
más intenso. Siempre favoreciendo cada rasgo de tu rostro.
-Si tienes un cargo ejecutivo:
En este tipo de posiciones es importantísimo lucir chic de pies a cabezas,
manteniendo siempre la regla de oro: un look pulcro, profesional y cuidado
hasta en el último detalle. Evita los colores estridentes, los brillos
intensos, las sombras iridiscentes y prefiere los tonos mate, las texturas
sedosas y los colores de la tierra. Para las que aman los maquillajes
elaborados y los tacones es ideal.
La empresa. Otra
cuestión muy importante son las políticas de la empresa para la que trabajas y
su cultura interna. Hay compañías que, al margen de su rubro, pueden ser más
informales que otras y, por ejemplo, permiten vestirse de forma casual; otras,
en cambio, pueden ser más conservadoras, por lo que unos párpados fucsias
quizás no sea una buena idea.
La iluminación.
La luz natural y la iluminación artificial son factores determinantes a la hora
de definir el maquillaje. Por ejemplo, para luces artificiales muy intensas, la
regla de oro son los maquillajes muy suaves. Prefiere colores más tenues o
tonos tierra, y el polvo volátil a la base en crema, pues se nota menos. Si
trabajas en un sitio con aire acondicionado o calefacción, aplica bases
humectantes e hidratantes que evitarán que tu piel se reseque, y al mismo
tiempo que tu maquillaje luzca cuarteado.
Si trabajas al aire libre.
las reglas del juego las da el clima. Si hace mucho frío, usa bases
humectantes para que tu piel no se reseque y si hace mucho calor prefiere las
bases libres de aceites o los polvos volátiles y las máscaras a prueba de agua.
En cualquier caso, los productos con protección solar son obligatorios.
Lo que debes
evitar. Delinear los labios a menos que el lápiz sea exactamente
del mismo tono que el labial, las sombras ahumadas, los delineados gruesos para
los ojos, las pestañas postizas y los brillos iridiscentes.
Maquillaje larga duración. Busca
productos de calidad que te garanticen una larga duración, que soporten largas
jornadas de trabajo y que sólo requieran un pequeño retoque. Hazte amiga de los
polvos traslúcidos que sirven para fijar y mantener el maquillaje, de las máscaras
a prueba de agua y los labiales larga duración.
Fiel a tu estilo. Un maquillaje
funcional, lleno de luz y pocos contrastes son las claves del éxito en
cualquier caso. Y sobre todas las cosas, ten en cuenta el factor más importante
y decisivo: tu propio look.
Bueno y aquí termina
este post.
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Gracias por leer esta entrada que para mí
significa mucho ya que disfruto escribiendo y pensando en contenido nuevo para
el blog.
¡No te pierdas la
próxima entrada!